29 de Julio de 2019. PN TANJUN PUTING

Hoy amanecemos tranquilamente, ya que el planing del día es muy relajado. Veremos monos narigudos, plantaremos un árbol y visitaremos un pueblo. Gemma y Pablo aprovechan para dormir a pierna suelta!

La mayor parte de los tours son de tres días con dos noches en el klotok. Estos tours están exclusivamente centrados en ver a los orangutantes y lo que hacen es parar en los feeding points, llegar a Camp Leaky y volver. Como para nosotros este era el punto caliente del viaje y la principal razón para visitar Indonesia, decidimos dedicar 5 días con 4 noches a este tour. 

En realidad las paradas para ver orangutanes son las mismas, pero se hacen con más calma y se acompañan de otras actividades como los trecking nocturnos o paseos diurnos en la selva (es probable que se hagan también algunos en el de 3 días). Los dos días restantes las actividades ya no están directamente relacionadas con los orangutanes, sino con el parque nacional y con la flora y fauna de la zona.

Por la mañana paramos a ver a los monos narigudos, que realizan su actividad en los árboles pegados a la orilla del río. La verdad que es una especie de primates bien curiosa, con bonito pelaje y vivos colores. Únicamente los machos desarrollan esa preciosa narizota que da nombre a la especie, la cual, por lo visto, resulta de lo más atractiva a las hembras!! Se mueven en grandes grupos de 15 o 20 hembras, con machos jóvenes y un solo macho alfa. Se alimentan de hojas y van de árbol en árbol disfrutando del festín. Estos monos mueren si se les priva de libertad y están en serio peligro de extinción porque solo se encuentran aquí y en Sumatra. 

Tras otra fantástica comida (nos cuidan de maravilla y cada día con cosas diferentes!), paramos en PASALAT, un centro que lleva a cabo un proyecto de reforestación de una amplia zona que se quemó hace 20 años. Desde que se produjo el incendio, se han dedicado a plantar árboles autóctonos y una vez reforestadas las zonas, han liberado animales para su repoblación. Hasta el momento, han plantado más de 100.000 árboles. Hay un hombre, ya mayor, que vive allí y es el que hace de guía a los visitantes. Tienen fotos y explicaciones de cómo era la zona y cómo es ahora y del trabajo que están desarrollando. Te explican las características de los principales árboles y te invitan a plantar el que tú elijas, con un cartelito a su lado que pone la fecha, el árbol que es, tú nombre y tú país de procedencia.

Pablo planta un iron wood, el árbol que tiene la madera más fuerte; Gemma planta un Jinjit, que es de los que más escasean en la selva y yo planto un Niatuh, que tiene un crecimiento rápido y da de comer a los orangutanes con sus hojas y sus frutos. 

 Tronco especialmente pigmentado de los jinjits

 En esta época del año los Jinjit cambian el color de sus hojas a un tono rojizo que les hace parecer en flor!

El regreso de Pasalat al barco lo hacemos por un precioso camino forestal en medio de una selva primaria con los mayores árboles vistos hasta ahora. Aunque todavía se ven árboles talados, sobre todos los iron wood, que tienen una dura madera de altísima calidad y que han sido esquilmados en toda la selva, se encuentran árboles de gran envergadura y muchos años de edad.

Ya en el barco, nos desplazamos tranquilamente hasta el siguiente punto de visita del día, que es la aldea local. En esta selva habitan los Dayak, que eran “head hunters” (cazadores de cabezas) y por eso se han hecho famosos, claro. Cuando necesitaban protección para el pueblo, desarrollaban un ritual de caza en el que asesinaban a una persona de la tribu contraria para cortarle la cabeza y llevarla al pueblo para que les protegiera durante una temporada. Cuando consideraban que esta ya no les protegía lo suficiente, iban a la caza de otra…. Curiosa creencia, pensar que el espíritu de un tipo que has matado a sangre fría va a protegerte!!

La aldea que visitamos no es Dayak, es una próspera población a 20 km de Pagmalambun. La entrada ya es sorprendente, embaldosada y con unas farolas bien ornamentadas. Las casas del pueblo, de madera, están perfectamente cuidadas y decoradas con plantas y flores. El aspecto del pueblo es limpio y próspero, la gente va muy bien vestida y se desplazan la mayoría con motos. Pronto descubrimos la razón de esta prosperidad…. A la salida del pueblo hay una enorme plantación de aceite de palma…. Esto es lo que hace tan próspero al pueblo y lo que se está cargando toda la selva de Borneo. 

La tierra en la isla de Borneo es muy ácida y se habían hecho diferentes intentos de llevar a cabo otro tipo de cultivos sin éxito. Hace unos años un presidente del país decidió deforestar una gran zona y llevar a cabo toda la infraestructura de drenajes necesaria para plantar arroz, para luego resultar que, debido a la acidez de la tierra, no era posible este cultivo…. La zona quedó baldía y lo que produce son constantes inundaciones, además de la enorme pérdida de biodiversidad.

Bueno, pues parece que esta tierra es el lugar ideal para las plantaciones de palmeras productoras de aceite de palma y a esto se están dedicando las grandes multinacionales, a deforestar la selva para generar rentables plantaciones de este aceite que es muy barato y tiene multitud de usos en alimentación y cosmética. Debido a este creciente uso se está acabando con el segundo pulmón más importante del planeta, que son las selvas de Borneo y Sumatra. Viendo la prosperidad de la población que visitamos se entiende perfectamente la presión local para seguir con estas plantaciones. Estos pueblos han pasado de vivir de la exigua agricultura local y la ganadería, a tener buenos sueldos, preciosas casas y lujosas motos… La multinacionales ganan mucho dinero con el comercio de este aceite y los pobladores de todo el planeta los consumimos alegremente…. Es verdad que se desarrolló una potente campaña para limitar su uso y mucha gente dejó de consumir productos que llevaban este aceite (nocilla, nutella, kit kat…), pero me da la triste impresión de que va a ser difícil poner puertas al campo….. Se calcula que en 15-20 años los orangutanes pueden extinguirse y así otras millones de especies autóctonas de estas selvas. Desaparecen del orden de 1700 especies anualmente y la mancha de zona selvática de reduce de manera alarmante año tras año…

Nos cuentan que trabajar en las plantaciones tiene sus riesgos. Las piñas que contienen las semillas de donde se extrae el aceite pueden llegar a pesar 40 kg y tienen unas aristas puntiagudas que al recogerlas pueden herir gravemente a los trabajadores, si no se hace con las medidas de protección necesarias. Además, para evitar la llegada de animales de la selva consumidores de estas semillas (entre ellos los orangutanes), la práctica más común consiste en liberar King Cobras, peligrosísimas serpientes, que con su veneno matan a estos animales. Estas king cobras a veces muerden también a los trabajadores. Nos dice Danu, nuestro guía, que en estas compañías aceiteras es donde es más fácil encontrar el antídoto frente a estas mordeduras.

La palmera tarda 3 años en crecer y produce frutos anualmente, pudiéndose extraer varias piñas de cada una de ellas con un peso aproximado de 40 kg cada una. De modo que tienen una elevada producción. Por supuesto aquí este aceite es baratísimo y toda la gente lo usa para cocinar.

En el paseo por la aldea, nos sorprende también muchísimo ver unas grandes construcciones metálicas de unos 4 pisos de altura con una pequeña ventana en la zona más alta. Resulta que son criaderos de golondrinas!! Un rentable negocio porque la cultura tradicional china cree que la saliva de la golondrina tiene propiedades curativas, de modo que se crean estas grandes estructuras para que las golondrinas construyan sus nidos que luego son arrancados para obtener la saliva que han depositado en su construcción…. Alucinante! Vemos como 5 o 6 grandes estructuras de estas y nos dice Danu que en algunas zonas del país la producción de estos nidos es un gran negocio! Increíble! 

Criadero de Golondrinas

Ya de vuelta al barco nos echamos unas risas con Pablo y con su necesidad imperiosa de darse un baño en el río…. Lleva dando la paliza todo el viaje y en el Escoña no le dejan bañarse porque tiene cocodrilos, además de un agua marrón oscuro que no resulta nada atractiva, pero él sigue con su empeño… Así que en esta población, que está atravesada por un canal, decide intentarlo de nuevo. Primero Danu le dice que se bañe debajo de un puente y en el primer intento se hunde hasta la rodilla y en el segundo hasta la pantorrilla en unas arenas movedizas, así que decide desistir del intento. Un poco más tarde se mete por fin en unos pequeños embarcaderos que hay delante de cada casa y que los locales usan para lavar ropa, platos y ellos mismos! Allí por fin disfruta de su ansiado baño.

El nivel de contaminación de estos ríos es bastante elevado, pues por supuesto no reciclan aguas residuales y toda la actividad de limpieza de toda la población se hace en el río. Además, el creciente movimiento de barcos debido al turismo hace que se libere no solo gasoil, también la basura que generan estos barcos, aguas residuales y productos de limpieza incluídos… Es una actividad un tanto insostenible porque cada gran barco (klotok) es para 3-4 personas, con otros 4 de tripulación. En temporada alta, el número de barcos que circulan por el río es elevadísimo, provocando incluso atascos en ocasiones!

Ahora, para el viajero es un auténtico lujo asiático! El placer de navegar con estas grandes barcazas por el río no tiene parangón! Se viaja a un ritmo muuuuuuy tranquilo, disfrutando de los sonidos y del paisaje selvático. Es increíblemente placentero. Los barcos tienen tres pisos, en el de abajo desarrolla la tripulación toda la actividad, incluida la cocina y sus alojamientos, en el segundo están nuestras grandes camas de matrimonio y una enorme mesa para comer, además de un lavabo y unos grandes sillones para aposentarte admirando la selva en el suave transcurso por el río. Y la tercera altura es simplemente una cubierta en la que echarte para ver las estrellas o tomar el sol. Estos días de cruceros han sido días de relajación y calma, horas de descanso y de risas, participando en diferentes juegos de mesa.