11 de agosto de 2019. Komodo NP, Rinca y Padar
Tras
una agradable noche mecidos por el suave vaivén de las olas y acompañados por
el agradable ruido del generador eléctrico, madrugamos para ver amanecer en lo
alto de la colina de Padar.
El
archipiélago de Komodo lo forman 3 grandes islas: Padar, Komodo y Rinca y otro
ciento de pequeños islotes que dotan a la zona de gran belleza.
El
ascenso a lo alto de Padar es un tanto empinado y entre haber bajado de golpe al nivel de mar y
no haber desayunado, la tensión anda justita y Gemma se nos marea un poco. Pero
todo merece la pena, pues las vistas son espectaculares y el amanecer uno de
los más hermosos que hemos visto.
A
la bajada nos espera el primero de los múltiples líos de dinero del viaje…. En
vez de pagar una entrada general al parque que incluya todo y punto, te lían
con un montón de entradas para cada actividad, luego los Rangers, luego otra
entrada por ser la isla de Komodo… en fin, que te marean de una manera terrible y tienes
continuamente la sensación de que te están engañando. La noche anterior el
capitán nos dijo que había ido a hablar con los guardas y que al día siguiente
tendríamos que pagar 265 k por persona, pero cuando llegamos al guarda, éste
nos pide 280 k. Decidimos esperar al guía para que nos aclare qué sucede, pero
éste, cuando por fin llega, no hace nada por ayudarnos…. Al fin decidimos pagar
y largarnos, para entonces a uno del grupo le han robado la cartera…. A los
primeros que pagan les cobran 280 y a los últimos 255… en fin, un lío
importante!!
Por
fin en el barco nos dirigimos al segundo trecking en Komodo island. Allí nos
vuelven a pedir dinero para los Rangers, que ellos deciden que deben ser cuatro
para el grupo que vamos, aunque luego en Rinca, con el mismo grupo, nos
adjudican solo uno… Cada Ranger 200 k (20 por persona).
La
isla de Komodo no tiene ningún atractivo especial, pero es mundialmente
conocida por ser el principal hogar de los Dragones de Komodo, especie en serio peligro de extinción
y que solo se encuentra ya en estas islas del parque.
Los dragones de Komodo son los lagartos más grandes que existen, pudiendo llegar los machos a 3 metros de longitud y un peso de 70 kg y debido a su tamaño, son unos grandes depredadores del ecosistema donde viven. Pueden comer presas del tamaño de búfalos, antílopes o jabalíes y al morder inyectan unas bacterias que producen una muerte rápida que acaba con la vida del animal. Ellos los siguen pacientemente hasta que fallece para comerlo.
Una de sus víctimas....
En
la isla tienes varias rutas para hacer: corta media y larga. Como nos dicen que
solo tenemos una hora, elegimos la media, pero en realidad son 2km que se hacen
en 20 minutos, así que no os fiéis de los tiempos que indican!! Nada más
comenzar el camino tenemos la suerte de encontrarnos con un pequeño individuo
joven, que no tiene más de 2 años y mide poco más de 1 metro.
Es
esquivo y se nos deja ver poco, pero que nos estimula a seguir buscando!
Durante la ruta no vemos ningún otro dragón, pero a la llegada de nuevo al
restaurante de salida nos indican que allí igual encontraremos a alguno, que
ellos nunca interfieren y no les dan nada de comer, pero casualidad, hay tres
Komodo rodeando el restaurante…..
Así
que nos entretenemos el resto del tiempo observándolos y siguiendo sus
movimientos, ya que hay uno de ellos que decide emprender ruta. Tienen un andar
muy curioso y al moverse van sacando la lengua bífida, donde tienen papilas
olfatorias que les permiten detectar a la presa.
Cerca del gran reptil (es un macho grandote) descansa tranquilamente un pobre antílope, que cuando se acerca el varano rápidamente se levanta. Para su nuestro congojo, vemos que es cojo, así que intuimos su final… el pobre se va andando mientras el dragón le persigue, pero no parece tener mucha hambre, así que no hace un gran esfuerzo por cazarlo. En mi opinión, los antílopes saben que alrededor del restaurante están protegidos, porque los varanos ahí están bien alimentados y no tienen hambre de caza…
Cerca del gran reptil (es un macho grandote) descansa tranquilamente un pobre antílope, que cuando se acerca el varano rápidamente se levanta. Para su nuestro congojo, vemos que es cojo, así que intuimos su final… el pobre se va andando mientras el dragón le persigue, pero no parece tener mucha hambre, así que no hace un gran esfuerzo por cazarlo. En mi opinión, los antílopes saben que alrededor del restaurante están protegidos, porque los varanos ahí están bien alimentados y no tienen hambre de caza…
De
ahí nos vamos a la Pink Beach, una playa de la isla de Komodo que tiene la
arena de color rosaceo debido a los corales que abundan en su fondo. Nos llevan
en barca a la orilla y nos dicen que vamos a hacer snorkel, pero no esperamos
encontrarnos con lo que este fondo marino nos sorprende. A pocos metros de la
orilla (no más de 3) ya es un mundo lleno de corales de vivos colores. La
verdad que es un fondo marino de los más bonitos que hemos visto y había
multitud de peces de miles de colores. La única pena es que no vimos tortugas….
Bueno y la segunda pena es que como íbamos tarde, solo nos dejaron disfrutar
del entorno media hora… brrrrr
Finalmente nos dirigimos a nuestro último destino, la isla de Rinca, la segunda más grande del archipiélago (200 km2) y donde también habitan los dragones de Komodo.
Impresiona bastante con su lenguita y ese ojo cerrado....
Al
poco de entrar en el camino ya vemos varios dragones esperándonos (los
domésticos) y nos ofrecen bonitas imágenes.
Pero cuando nos adentramos un poco más encontramos a una hembra preparando su nido para el desove. Hacen grandes nidos de 2x2 y en ellos excavan varios agujeros para confundir a los depredadores, ya que únicamente ponen los huevos en uno. Nos llama la atención que al lado de la hembra de dragón hay unas aves (romantic Bird, que se les llama así porque siempre van en pareja y si se muere un cónyuge, el otro se queda solitario de por vida) que hacen lo mismo que el komodo, están excavando la tierra a unos pocos metros del nido. A nosotros nos parece un simple comportamiento de imitación, pero el guía nos dice que están buscando sus huevos para que no se los coma el varano…. Algo un poco absurdo porque aunque los encuentren no van a poder cogerlos con el pico para llevárselos a otro sitio…..
Pero cuando nos adentramos un poco más encontramos a una hembra preparando su nido para el desove. Hacen grandes nidos de 2x2 y en ellos excavan varios agujeros para confundir a los depredadores, ya que únicamente ponen los huevos en uno. Nos llama la atención que al lado de la hembra de dragón hay unas aves (romantic Bird, que se les llama así porque siempre van en pareja y si se muere un cónyuge, el otro se queda solitario de por vida) que hacen lo mismo que el komodo, están excavando la tierra a unos pocos metros del nido. A nosotros nos parece un simple comportamiento de imitación, pero el guía nos dice que están buscando sus huevos para que no se los coma el varano…. Algo un poco absurdo porque aunque los encuentren no van a poder cogerlos con el pico para llevárselos a otro sitio…..
La
ruta larga es bonita, porque te lleva a lo alto de la colina y hay unas vistas
espectaculares!
Ya
en el barco nos informan que tendremos unas dos horas y media hasta Labuan, así
que nos lo tomamos con calma y disfrutamos del anochecer mientras navegamos….
En Labuan quedamos de nuevo con Pablo (él estaba haciendo submarinismo) y cenamos en el Fish Market, donde eliges el pescado y te lo asan directamente en una barbacoa. Por 10 euros comemos tres pescados diferentes muy ricos acompañados, como no, de el delicioso arroz…
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