2 de Agosto de 2019. Cultura TORAJA
Aunque
en un principio habíamos pensado alquilar motos para realizar la visita de la
zona, al final nos vemos abocados a hacer un tour con John porque era
complicado bajar al pueblo, alquilar motos y enterarnos donde había funerales
hoy habiendo llegado tan tarde ayer. Nos cobra bastante caro (900.000 IDR) por hacer un tour de un día por la zona toraja, pero no tenemos mucha más opción,
así que al final aceptamos la oferta.
Los Torajas atraen a un número elevado de turistas debido a que han sido capaces de mantener su cultura y sus tradiciones a pesar de las múltiples colonizaciones que han sufrido. Es una zona montañosa que les ha protegido históricamente de los invasores y aunque finalmente fueron colonizados por los holandeses y se convirtieron al cristianismo, mantienen rituales animistas, sobre todo relacionados con los funerales y la muerte... Además, las construcciones de sus casas, los tongkonan, son únicas y estéticamente muy llamativas.
En
primer lugar, Jonh nos lleva a ver unas tumbas cercanas a Rantepao que están escavadas
en la roca de la montaña (LEMO).
Sarcófagos donde transportan a los muertos hasta su último aposento.
Los Toraja nunca entierran a sus muertos en el
suelo, sino que los meten en cuevas en la montaña o los cuelgan de la ladera en
soportes de madera. Es un pueblo con unas costumbres muy arraigadas, a mí me
recuerdan a los vascos; rodeados de montañas se han mantenido al margen de
influencias externas durante muchos siglos. Tienen
muy marcadas las clases sociales y dependiendo de la clase de la que provengan
tienen derecho a un tipo de tumba u otro. Los miembros de la clase alta
construyen sus tumbas excavándolas en las paredes rocosas de las montañas y externamente crean
una especie de balcones donde colocan a los Tau Tau, que son representaciones
escultóricas del muerto, muchas de ellas a tamaño real.
Tienen cuatro clases
sociales, los últimos eran los antiguos esclavos, que hasta hoy mantienen el
peor de los estatus sociales de forma hereditaria. La clase social no depende
del dinero que se tenga, sino de la familia en la que se nazca, es algo parecido
a los hindúes. La ceremonias relacionadas con la muerte son los actos más
importante que lleva a cabo una familia Toraja y una auténtica representación
de fuerza y poder! El valor de una familia se mide por el número de búfalos y
cerdos que pueden llegar a matar en el funeral. Una familia de clase media puede sacrificar 20
o 30 búfalos en un funeral, además de otros muchos cerdos, pero una de clase
alta puede llegar hasta 300!!! Cada búfalo cuesta en torno a 2000 euros y si
está manchado en blanco (lo que ellos llaman albinos), este precio se multiplica por tres… una locura!
El funeral es un grandísimo acontecimiento y acude muchísima gente, no solo de poblaciones cercanas, también de otras
zonas del país donde hay Torajas desplazados. De modo que la familia debe
construir hasta casas temporales para alojar a toda esta gente, porque un
funeral puede durar hasta dos meses! Es por esta razón que mantienen al muerto
en casa, enbadurnado en hierbas o, actualmente, en formol, hasta que se reúne el dinero suficiente para pagar el funeral. John nos
cuenta que su abuela murió hace dos años y que la enterraron este año con un
coste total del funeral de 18000 euros. Él es de clase media.
De
ahí nos vamos de nuevo a la ciudad a comprar cigarrillos para agasajar a la
familia del fallecido que vamos a visitar. Nosotros hubiéramos preferido llevar otro regalo, pero nos dice John que esta es la tradición... El poblado entero del fallecido está
de fiesta celebrando el funeral del difunto. Cuando llegamos hay muchísima
gente sentada en casetas creadas para la ocasión y debajo de los Tongkonan para almacenamiento de
grano, rodeando una plaza central donde están sacrificando búfalos y cerdos.
La
escena es un tanto dantesca porque tienen por un lado cerdos vivos atados a los
palos, esperando su muerte, por otra tres cabezas de búfalos ya separadas de
sus cuerpos y amontonadas. En otra esquina de la plaza los matarifes despedazan
al último búfalo sacrificado y rodeando a la plaza se oye chillar a otros
cerdos a los que les ha llegado la hora….
Los cerdos, muchas veces, son regalo de
la gente que va a visitar a la familia y llegan atados a un palo de una manera
un tanto primitiva. Los animales son sacrificados o bien cortándoles el cuello
en el caso de los búfalos o clavándoles un puñal en el corazón, en el caso de
los cerdos; al menos es como nosotros lo vemos hacer. La escena es bastante
impresionante y un poco tosca. Luego los matarifes despedazan a los
animales en medio de la plaza y los preparan para los festines venideros. La
carne que sobra será repartida entre los asistentes. El muerto, mientras tanto,
descansa en la vivienda principal y será visitado y agasajado por todos los
asistentes, hablándole y tratándole como si de un ser vivo se tratara. La
familia más cercana se viste con trajes típicos para la ocasión y tienen un
grupo de mujeres que se encargan de preparar y repartir la comida (estas van
vestidas de verde y negro). Los asistentes al funeral deben portar ropas de
color negro, costumbre adquirida de los cristianos.
Estamos
un rato sentados en las casetas provisionales que han creado para la ocasión y
allí nos ofrecen café y pastas y les damos el tabaco comprado. Gemma se
encuentra especialmente afectada con el espectáculo, así que antes de que pasen
a sacrificar al siguiente búfalo, nos vamos del lugar.
Nos
cuesta entender de donde sacan semejantes sumas de dinero para llevar a cabo
estos funerales, porque estamos hablando de 20000 euros un funeral sencillito!.
Según nos cuenta John, mucha gente Toraja ha emigrado a otras zonas de
Indonesia en busca de mejores empleos y son ellos los que financian de alguna
manera los entierros y demás ceremonias familiares. Los Toraja tienen las
tradiciones muy arraigadas y son muy amantes de su pueblo y de sus tradiciones,
así que las mantienen aunque lleven mucho tiempo viviendo fuera de su lugar de
nacimiento.
Del
funeral nos vamos a ver otras tumbas escavadas en las rocas (SUAYA). Estas son
de familias de clase alta y tienen unos Tau Tau de tamaño natural. A cada lugar
que entras pagas entre 20 y 30k (1,5-2 euros).
John
nos lleva a comer a un sitio un tanto turístico que es un gran Tongkonan, algo
caro, pero en el que venden cerveza, así que no nos importa tanto… La comida es
decentemente buena.
Después
de comer visitamos KETE KESU, un pueblo tradicional que ha sido declarado patrimonio
de la humanidad (2 € la entrada). Solo quedan dos poblados en la zona que mantienen los
Tongkonan con tejados de bambú y este es uno de ellos. Hay 5 casas rodeando un
pasillo central con 5 graneros en frente, los cuales se contruyen con la misma estructura en forma de barco. Las construcciones son bonitas y
están bien cuidadas. Las paredes están profusamente decoradas con motivos
geométricos y de animales, fundamentalmente búfalos y cocodrilos. Usan solo 4
colores: blanco, negro, amarillo y rojo y cada uno simboliza una cosa. En las
paredes se anuncian los deseos de los habitantes de prosperidad y salud.
Los
búfalos son los animales más importantes para esta etnia y al igual que
los masais en África, miden su fortuna en función de los búfalos que poseen y son al mismo tiempo su seguro de vida y su banco, así que los
cuidan con esmero!! En las casas usan como decoración cornamentas de
búfalos, índicando poderío económico, pues cuantos más cuernos tienes
significa que más búfalos has podido sacrificar en los distintos
funerales.
Según
nos cuenta John, hoy en día cada miembro de la familia tiene su propia casa, no necesariamente con el aspecto tradicional, y
entre todos ellos construyen y cuidan el Tongkonan, como símbolo de la riqueza
y de unión familiar. Luego lo usan para reuniones familiares y para ceremonias.
Nos ha sorprendido la cantidad de construcciones de este tipo que hemos visto,
cuando pensábamos que estarían circunscritas a viejos poblados, pero según nos
cuenta, se siguen construyendo hoy en día como símbolo de poder familiar.
Parece que los Toraja manifiestan la clase social a la que pertenecen dándole valor
a estas construcciones y ejerciendo una muestra de su poder económico en los
funerales.
En
ese mismo poblado, además de varios chiringuitos de suvenirs, hay también
tumbas, esta vez construidas en forma de casas o pequeños Tongkonan.
Al fondo
hay un muro de piedra donde cuelgan tumbas antiguas sobre soportes de madera,
que no han sido restauradas y están en franca decadencia; viéndose tumbas
caídas y huesos humanos por doquier.
Ya de ahí nos vamos a la cuidad de Rantepao,
donde compramos algo de agua y leche (no dan en ningún sitio) y vamos a
alquilar unas motos para mañana. Nos cuestan 250000 IDR las dos scooter,
llevándonoslas ya ahora para no tener que bajar mañana a buscarlas (en realidad son 100000 al día (7€).
La
subida hasta la casa de John es demencial, las cuestas son terribles y las
scooter casi no pueden, encima la de Pablo no tiene freno trasero…. Pero
llegamos sanos y salvos, veremos que tal se nos da mañana el día....
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