10 de agosto de 2019. Visita a Komodo NP


A las 8 vienen a recogernos para salir en barco hacia el PN de Komodo. Con Alexandra, la agencia con la que hemos contratado, vamos 13, pero en el barco nos encontramos con otros 5 que habían contratado con otra agencia y los unieron a nosotros, así que viajamos en total 19 pasajeros de multitud de nacionalidades diferentes (italianos, franceses, finlandeses, americanos, indonesios y hasta españoles!!) en un barco que tiene capacidad para alguno más. Hay tres “categorías”: cubierta, cabina y camarotes. Tanto en cubierta como en cabina se duerme de manera comunitaria, aunque en cabina hay unas cortinas separadoras. A nosotras nos corresponde cabina por el precio pagado. 



Nos acompañan diez miembros de tripulación, algunos de ellos realmente jóvenes, que según nos enteramos luego, están de prácticas de sus estudios para ser guías o patrones de barco. 




La primera parada es en Kanawa para hacer snorkeling. Nos sorprende bastante la falta de organización, ya que no te dan ningún tipo de instrucción (algo básico, como no te pongas en pié encima de los corales, para la gente que no ha hecho nunca snorkeling) y te dejan en una zona bastante amplia sin decirte hacia dónde es mejor dirigirse...  En fin… mala organización! El lugar es bonito, pero no son los mejores corales que hemos visto en la vida y el agua está algo turbia. Vemos peces tropicales de multitud de colores. 




Después de comer, nos llevan al segundo punto de snorkeling: el manta point. Esta zona es una de las más conocidas para buceo y snorkeling del mundo y es uno de los lugares donde mejor se pueden ver a las manta raya, pero esta parece que no es una buena época para verlas y no conseguimos ver ni una…. Este snorkeling en mar abierto y sin mantas a la vista es de lo más aburrido, pues no hay absolutamente nada que observar....

A última hora teníamos que hacer un trecking en Padar, otra isla, para ver el anochecer, pero nos dicen que para pagar solo un día de entrada de parque, es mejor que hagamos mañana el amanecer y las otras tres actividades programadas, así que nos parece bien a todos y así lo hacemos, de modo que el día de hoy queda un poco deslucido, con una actividad menos y sin haber podido ver mantas raya...

De despedida nos llevan a una playa en un islote cercano a Padar y nos llevan en barca hasta la orilla para que disfrutemos del sunset y nos bañemos. Hay unas pequeñas olas que hacen que la barca de madera que nos lleva del bote grande a la playa se bandee. Los chavales que la llevan son dos críos en prácticas que no controlan demasiado bien el movimiento de la barca y en vez de meterla de frente a la arena la dejan de lado y claro las olas empiezan a bandearla y acaban volcándola… Vamos con cámaras y móviles, pero por suerte los que caen al agua lo llevan protegido… Una de ellas es Gemma, que cae directamente de cabeza en la arena…







La otra es Alba, una catalana, a la que se le cae la barca encima y se hace daño en la pierna. Y dentro de la barca se pega un buen revolcón la Californiana, que se pega un buen golpe en el dedo pequeño del pié… En fin… tremendo. Menos mal que no pasa nada grave y echamos unas buenas risas con la caída revuelta de Gemma y Alba.

De ese modo, el primer día en el parque se queda un poco insulso, pero matamos el tiempo jugando al scrable y hablando con la gente del barco. 





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